Leasly Salazar - FC Barcelona y Santiago Bernabéu: Rivalidad entre Barcelona y Madrid

He tenido la suerte de poder visitar a dos estadios famosos de España: FC Barcelona y Santiago Bernabéu. Claro, no los vi en un fin de semana (por Dios, ¿quién viaja del norte al centro en dos días? No se puede disfrutar nada).

Tuve la oportunidad de viajar a Barcelona por un fin de semana largo al fin del mes de mayo. Fue una experiencia espectacular. Nunca había visto yo un mar tan limpio y brillante. Me quedé con tantas ganas de quedarme en el puerto mirando los barcos entrar y salir. La comida fue estupendo y la gente amable (siempre y cuando no los atropellabas con la bicicleta). Noté algo curioso en Barcelona: ver una mexicana es algo muy especial para la gente de Barcelona. En cuanto entré a una tienda de recuerdos, la única palabra que podía escuchar, en todas las conversaciones que estaban teniendo los de la tienda, fue “mexicana.” ¿Qué, nunca han visto a una mexicana tan lejos de casa? No lo niego, fue algo muy chistoso, ya que por donde yo vivo ver una mexicana es una cosa de la vida cotidiana. Pues creo que para los barcelonistas es una “belleza exótica” ver a una latinoamericana tan lejos de su rancho.

Aparte de esa experiencia medio incómoda, tuve un día libre para ir al estadio FC Barcelona sin tener que estar rodeadas de todos mis amigos. Oye, a veces una chica necesita tiempo sola, ¿no? Nunca es buena idea pasearse por una ciudad extraña a solas, pero siempre estuve pendiente de mis alrededores. Fue una caminada medio larga, pero valió la pena. Llegué a la entrada principal al estadio para el museo, la tienda, y todo relacionado con el turismo, y empecé a tener la piel de gallina. No lo podía creer: estaba en el estadio del equipo de Barcelona. Durante todo el tiempo que caminé por los pasillos de FCB, estuve incrédula de que estuviera ahí, en el lugar donde mi club español favorita juega. No hay duda de que tomé muchas fotos.

Después de explorar el museo me interesó una salida demasiado brillante para que fuera otro cuarto. En cuanto salí me quedé sin palabras. Salí debajo de la L en FC BARCELONA del estadio, y en frente de mí estaba el letrero “mès que un club.” Seguro que estoy sonando como una “fangirl” pero así me sentía caminando por ahí. Fue una experiencia espectacular poder ir al estadio.

Ahora, por las calles de Madrid demuestro mi apoyo al Barça con mi bolso del equipo. No es una buena idea, ya que el equipo de Madrid es el Real Madrid. Siendo diplomática, también visité el estadio de Bernabéu. No voy a mentir, fue impresionante. ¿Han visto el tamaño de ese estadio? Es enorme de altura. Nunca había visto un estadio de tanta magnitud.

(Foto estilo paparazzi de Alec, perdón amigo)

Siempre seré fanática del Barça pero reconozco que estoy en Madrid y tengo que ver la competencia. No niego que Bernabéu es un estadio impresionante, pero tenía un sentido de turismo, muy alejado de la gente. En Barcelona, no había ese ambiente. El museo fue simple, no había que caminar por pasillos enredosos, y todo fue muy calmado. Hasta los empleados emitían una energía muy positiva. En Bernabéu, sentía yo que todo iba apresurado. Había mucha gente por todos lados, los empleados siempre dirigiendo a las personas con tono forzado, o sea un ambiente algo intimidante.

Foto con el trofeo de este año

El trofeo reemplazado por el que destruyó Sergio Ramos

Creo que estos ambientes tan diferentes tiene que ver con el historial de las dos ciudades. Por lo que me ha dicho mi señora, Barcelona siempre ha sido una ciudad industrializada. Desde muy temprano empezó la industria en esa ciudad y se hizo Barcelona una ciudad muy rica. Madrid, en cambio, ha sido reconocida como la ciudad de la nobleza. En la historia Madrid era la residencia de los nobles y la realeza. Durante la crisis (no sé cual, han habido muchas crisis), Madrid cayó en una pobreza mientras Barcelona floreció por su riqueza. No fue riqueza de reales, sino del trabajo duro que produjeron todos esos años.

Creo que por esa razón siento una gran conexión con Barcelona. Vengo de una familia trabajadora, que empezó desde abajo y se han superado poco a poco. El dinero y el éxito nunca nos lo dieron en un plato de oro, sino empapado de sudor y sangre producido del trabajo duro. Por eso, aunque esté yo en Madrid, no podré ser madridista – siempre seré parte de Barcelona.

Leasly Salazar